María Pita; la horma del zapato de Drake




María Pita
 
(Texto extraído de Fortuna de Mar)
Es muy conocida la historia de la Armada Invencible, cuyo nombre real era Grande y Felicísima Armada; lo de llamarla Invencible fue cosa de la sorna inglesa. Pero hay otra historia muy poco conocida; la de la Contra Armada. Esta armada, mucho mayor que la Grande y Felicísima Armada, zarpó de Inglaterra en la primavera de 1589 al mando de Drake con tres objetivos: destruir lo que quedaba de la Grande y Felicísima Armada que estaba curando sus heridas en los puertos del Cantábrico, tomar Lisboa para entronizar a Antonio de Crato, primo de Felipe II y pretendiente al trono de Portugal, y conquistar las Azores con el propósito de que Inglaterra tuviese una base permanente en el Atlántico desde la que poder atacar a su paso a los convoyes españoles procedentes de las Indias cargados de riquezas con destino a la península. Ante el riesgo que suponía enfrentarse con la armada española, por muy maltrecha que estuviese, Drake, que estaba acostumbrado a combatir solo cuando estaba en condiciones de superioridad respecto al enemigo, optó por atacar la Coruña para saquearla y aprovisionarse en lugar de arriesgarse con los restos de la Grande y Felicísima Armada que se encontraba en el puerto de Santander. Los coruñeses, que no veían con buenos ojos eso de que los saqueasen, defendieron con tesón la plaza y expulsaron de su tierra a los británicos. Destacaron en la defensa dos mujeres; doña Inés de Ben y María Pita. Esta última, enfurecida por la muerte de su marido en el combate, se armó con una pica y ensartó con ella a un oficial inglés que arengaba a sus hombres al pie de las murallas. A continuación se apoderó del estandarte que portaba el oficial ensartado, lo que desmoralizó mucho a los atacantes. Tras esta derrota, unos mil hombres a bordo de diez pequeños buques consideraron que ya habían tenido bastante y desertaron.
 
María Pita

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