Durante
la conquista de las Azores tuvo lugar el primer desembarco anfibio de
la Historia. Don Álvaro de Bazán recibió el encargo de Felipe
II de conquistar este archipiélago portugués, donde se había
refugiado el Prior de Crato junto a sus partidarios; el prior,
resuelto a disputarle el trono luso a Felipe II, buscó el apoyo de
Francia e Inglaterra. Para cumplir con la misión encomendada, don
Álvaro contaba con la mejor infantería del mundo en aquella
época: los Tercios de Flandes. El día 26 de julio de 1583 se
inició el ataque de la isla Terceira. Las tropas fueron trasladadas
en treinta y un buques mercantes convertidos en transportes. Para el
desembarco se usaron lanchas remolcadas por galeras. Unos cuatro mil
quinientos soldados con sus pertrechos y armas pusieron el pie en
tierra y establecieron la cabeza de playa. Otra vez las armas
españolas un paso por delante.
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